Gáldar

Tras comprar esta vivienda, sus propietarios querían reformarla por completo, pero necesitaban ideas y presupuesto aproximado para poder llevarla acabo. Tras un análisis, se determina los gustos de toda la familia, y se realizan dos propuestas a elegir o combinar entre ellas.

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En la primera propuesta, se mantienen todas las paredes, modificando exclusivamente algunas entradas a las estancias. Se mantienen los cuatro dormitorios, con un vestidor, dos baños, cocina, comedor, sala de estar, lavandería y patio interior. Esta estética informal requiere menor esfuerzo económico debido a que se mantiene la distribución al completo.

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En la segunda propuesta, se hace una demolición de varias paredes para poder abrir visualmente el espacio, sobre todo en las zonas comunes, generando sensación de amplitud y mayor uso de estancias de ocio. Disminuyen los dormitorios, quedándose en tan solo dos dormitorios y un vestidor, y manteniendo el resto unificado. Esta estética formal es mucho más elegante, y requiere de mayor esfuerzo económico debido a la reforma integral que se debe realizar.

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Finalmente, los propietarios decidieron combinar ambas, manteniendo los dormitorios y demoliendo proporcionalmente algunas paredes, unificando las zonas comunes pero manteniendo las distribuciones actuales en las zonas privadas.